Aparte de estas herramientas básicas de diagnóstico y de la intuición femenina (algunas mujeres “sienten” que están embarazadas poco después de la concepción), la medicina moderna continúa siendo la mejor respuesta cuando se trata de diagnosticar científicamente un embarazo. Afortunadamente, hoy en día existen muchas maneras de confirmar si está o no embarazada:
Test de embarazo en casa
Es tan fácil como orinar, y se puede hacer en la intimidad y el confort de su cuarto de baño. Los tests del embarazo caseros (TEC) no sólo son más rápidos y precisos, sino que los de algunas marcas pueden usarse incluso antes de la fecha prevista para el inicio de la menstruación (aunque los resultados serán más exactos a medida que se acerque el día previsto del inicio de la menstruación). Todos los TEC miden los niveles en orina de la hormona GCh (gonadotropina coriónica humana), una hormona del embarazo producida por la placenta (en desarrollo). La GCh se detecta en el torrente sanguíneo y en la orina casi inmediatamente después de que el embrión se empiece a implantar en el útero, entre los 6 y los 12 días después de la fecundación. Tan pronto como la GCh se detecte en su orina, ya puede (teóricamente) obtenerse un resultado positivo. Pero existe un límite en lo pronto que pueden funcionar estos
TEC: son muy sensibles, aunque no siempre lo son tanto. Una semana después de la concepción existe GCh en su orina, pero no la suficiente para que el TEC la detecte, cosa que no significa que si se hace el test 7 días antes de la fecha prevista de la menstruación tenga probabilidades de obtener un falso negativo aunque esté embarazada. ¿No puede esperar ni un segundo más para orinar en el palito? Pues, algunos tests garantizan un 60% de fiabilidad cuatro días antes de la fecha prevista de la menstruación. ¿No le gusta quedarse con la duda? En tal caso, espere hasta la fecha prevista de la menstruación y tendrá cerca de un 90% de posibilidades de obtener un resultado correcto. Y si se hace el test una semana más tarde, los índices de fiabilidad aumentarán hasta el 97%. Independientemente de cuándo decida hacerse el test del embarazo, la buena noticia es que los falsos positivos son mucho menos habituales que los falsos negativos, lo que significa que si su test da un resultado positivo las posibilidades de estar embarazada son altísimas. Y la otra buena noticia: dado que el TEC ofrece un diagnóstico bastante exacto y muy precoz –más pronto que cuando usted probablemente se plantearía consultarlo con un ginecólogo o una comadrona–, le ofrece la oportunidad de empezarse a cuidar más al cabo de pocos días de haber concebido. De todos modos, son esenciales las pruebas médicas posteriores al test. Si el resultado es positivo, confírmelo mediante un análisis de sangre y con una revisión prenatal completa.
Análisis de sangre
El análisis de sangre puede detectar un embarazo con una exactitud que roza el 100%, justo una semana después de la concepción (a menos que haya un error de laboratorio), utilizando únicamente unas gotitas de sangre. También puede ser útil para datar el embarazo, midiendo la cantidad de GCh en sangre, ya que los valores de GCh cambian conforme avanza el embarazo (véase "Qué puede preocupar", para más información sobre los niveles de GCh). Muchos médicos solicitan tanto un análisis de orina como uno de sangre, para tener una doble certeza en el diagnóstico.
Exámen médico
Aunque se puede llevar a cabo un examen médico para confirmar el diagnóstico de embarazo, con los sistemas tan fiables del TEC y el análisis de sangre, hoy en día el examen médico –que busca signos físicos de embarazo, como el crecimiento del útero o los cambios de color en la vagina y el cérvix– casi no vale la pena. Sin embargo, lo que sí vale la pena es complementar este primer examen con las revisiones prenatales regulares (véase "La primera visita al médico").
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