Nacimiento en el agua


El método de dar a luz debajo del agua para simular el medio uterino no suele estar muy extendido entre la comunidad médica, aunque suele estar más aceptado entre las comadronas. En un parto dentro del agua, el bebé pasa de estar en el cálido y húmedo útero, a otro medio cálido y húmedo, que le ofrece una sensación de confort después del estrés del parto. Se saca al bebé del agua y se le coloca en los brazos de su madre inmediatamente después de nacer. Y dado que la respiración no empieza hasta que el bebé es expuesto al aire, no existe peligro alguno de que se ahogue. Los nacimientos dentro del agua pueden tener lugar en casa, en los centros para dar a luz y en algunos hospitales. Algunos hombres acompañan a su pareja dentro de la bañera o el jacuzzi, cogiéndola por detrás para ofrecerle un punto de apoyo. La mayoría de las mujeres con un embarazo de bajo riesgo pueden optar por un parto de este tipo, siempre que encuentren al especialista y el hospital adecuados (en los centros para dar a luz esta opción es más probable). Sin embargo, si su embarazo es de alto riesgo, ésta no sería la opción más aconsejable, y es probable que no encuentre ninguna comadrona dispuesta a dejarla parir dentro del agua. Incluso si no le atrae la idea de dar a luz dentro del agua –o no tiene opción alguna de materializar esta idea– quizá le interese la opción de dilatar dentro de una bañera o en un jacuzzi. La mayoría de las mujeres opinan que el agua no sólo relaja, les alivia el dolor y las libera del peso de la gravedad, sino que también les facilita el proceso de la dilatación. Algunos hospitales y la mayoría de los centros para dar a luz disponen de bañeras en las salas de parto. Para más información sobre los partos en el agua, pueden consultar las páginas web ‹bebesymas.com›, ‹elbebe.com›, ‹www.ginecologomx.com›.
Si opta por un médico de familia, éste podrá cumplir las funciones de médico de cabecera, de tocólogo, y cuando llegue el momento, de pediatra. De forma ideal, el médico de familia se pondrá al corriente de todos los aspectos de la salud de toda la familia, y no se ocupará únicamente de temas obstétricos. En caso de complicaciones, el médico de familia la puede derivar a un ginecólogo, pero continuar implicado en su caso, para mantener un vínculo médico reconfortante.

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