Muchas embarazadas se pregunta si hace mal tomar café durante el embarazo.
Beber café mientras se está embarazada
La Cafeína y sus contraindicaciones.
Tus preguntas:
“El café me mantiene activa durante
el día. ¿Debo dejar de tomar cafeína
durante el embarazo?”
No hace falta que se prohíba totalmente
los cafés, pero deberá moderar el
consumo de cafeína en la medida de lo
posible. La mayoría de los estudios
aseguran que tomar un máximo de 200
mg diarios de cafeína durante el
embarazo no comporta ningún riesgo.
Dependiendo de cómo se tome el café
(solo, cortado, con leche…), esta
cantidad corresponde a unas dos tazas
(aproximadamente) diarias. Esto
significa que puede continuar haciendo
como hasta ahora (y activar así sus
mecanismos con cafeína) si su consumo
ya era moderado, pero que lo habrá de
reducir si estaba más enganchada
(limítese a un chorrito de café dos veces
al día, ¿de acuerdo?).
¿Y por qué reducir el consumo?
Pues bien, por una simple razón: está
compartiendo esta cafeína –como todo
lo que come o bebe durante el
embarazo– con su hijo. La cafeína (que
se encuentra principalmente en el café,
pero también en otros alimentos y bebidas) atraviesa la placenta, aunque
no se ha aclarado aún por completo
hasta qué punto (y a partir de qué dosis)
afecta al feto. Las últimas informaciones
indican que un consumo elevado de
cafeína durante los primeros meses del
embarazo incrementa ligeramente el
riesgo de aborto.
Y aún hay algo más que decir sobre
la cafeína. Todos sabemos que tiene
propiedades de reactivación, pero
también cuenta con considerables
propiedades diuréticas, cosa que
provoca que el calcio y otros nutrientes
esenciales durante el embarazo sean
expulsados de nuestro organismo antes
de ser absorbidos por completo. Y otro de los inconvenientes deriva
precisamente de este efecto diurético:
unas ganas de orinar más frecuentes,
justamente lo último que necesita una
embarazada (a lo largo del embarazo ya
orinará bastantes veces por sí sola).
¿Necesita más motivaciones para
reducir el consumo de cafeína? Los
efectos estimulantes del café pueden
agudizar sus cambios de humor,
haciéndolos aún más alterables y
extremos de lo que ya son (o de lo que
serán tan pronto se le revolucionen las
hormonas del embarazo). También
puede impedirle conciliar el sueño
reparador que su cuerpo necesita ahora
más que nunca, especialmente si toma la
cafeína por la tarde. Además, un exceso de cafeína puede interferir en la
absorción de hierro que tanto usted
como su hijo necesitan.
Cada ginecólogo da unas
recomendaciones distintas sobre el
consumo de cafeína, de forma que es
mejor que consulte con el suyo cuál es el
límite máximo que le aconseja. Para
calcular su consumo diario de cafeína,
recuerde que no es suficiente contar el
número de tazas de café: también existen
varios refrescos cafeinados, los helados
de café, el té, las barritas y bebidas
energéticas y los chocolates (aunque la
cantidad varía según el producto).
También debe tenerse en cuenta que el
café espresso servido en las cafeterías contiene mucha más cafeína que el
preparado en casa; además, el café de
sobre tiene menos cafeína que el de
máquina (consulte el recuadro
"Recuento de cafeína"). ¿Cómo se
controla (o se corta en seco) un hábito
tan arraigado como el de consumir
cafeína? Depende de lo que la cafeína
signifique para usted. Si constituye una
parte intrínseca de su día a día (o
diversas partes: como por ejemplo un
café para llevarse por la mañana, un
compañero de trabajo, un elemento
decorativo en su mesa de despacho, un
motivo de descanso a media tarde…) no
se angustie por haber de renunciar a
ella, no es necesario que lo haga.
Prepárese los cafés de la mañana normales y los de la tarde
descafeinados. O tome los cafés con
leche descafeinados en vez de normales
–o con menos café y más leche (así
también tendrá una aportación extra de
calcio). Recuento de cafeína
Cuánta cafeína toma al día. Quizá más
–o menos– de la que se imaginaba (y
más o menos del límite máximo
aproximado de 200 mg diarios).
Calcúlelo mediante esta simple lista,
para tenerlo claro antes de tomar las
medidas convenientes.
• 1 tacita de café de máquina (100 ml) = 135 mg
• 1 tacita de café de sobre = 95 mg
• 1 tacita de café descafeinado = 5
mg
• taza de café con leche o capuchino
= 90 mg
• 1 tacita de café espresso = 90 mg
• 1 taza de té = entre 40 y 60 mg (el
té verde tiene menos cafeína que el
negro)
• Una lata de cola (150 ml) = unos 35
mg de cafeína
• Una lata de cola light = 45 mg
• 10 gramos de chocolate con leche =
6 mg
• 10 gramos de chocolate negro = 20
mg
• 1 taza de chocolate deshecho = 5
mg
• 100 ml de helado de chocolate =
entre 40 y 80 mg
Si no puede pasar sin tomar cafeína
–y su cuerpo está acostumbrado– dejarla
del todo será demasiado duro (es
suficiente con reducir el consumo).
Como bien saben todos los amantes de
la cafeína, una cosa es reducir la dosis y
la otra olvidarse del todo. La cafeína es
adictiva (de ahí la habitual afición a
consumirla), y renunciar a un hábito –o
incluso limitarlo– comporta unos efectos
secundarios, como el dolor de cabeza, la
irritabilidad, el agotamiento y el adormecimiento. Es por ello por lo que
es mejor reducir el consumo de cafeína
gradualmente. Intente reducir una tacita
cada cierto tiempo, y permítase unos
días para adaptarse a la nueva dosis
antes de pasar a restar otra tacita. Otro
método para reducir el consumo: tome el
café medio descafeinado, añadiendo
cada vez más café descafeinado y menos
con cafeína, con el fin de reducir el
consumo total de cafeína hasta el
equivalente de dos tacitas al día.
Independientemente de qué la
impulsó a empezar a tomar cafeína,
reducir su consumo o dejarla del todo
puede ser menos complicado si sigue
estas indicaciones que le
proporcionarán energía: • Mantenga elevado su nivel de azúcar
en sangre (y, de pasada, su nivel
energético). Tendrá un impulso
normal e irrefrenable de comer y
picar entre horas, especialmente de
alimentos ricos en carbohidratos y
proteínas (una combinación que le
proporcionará la energía necesaria
para seguir adelante).
• Haga cada día algún tipo de ejercicio
adecuado para el embarazo. El
ejercicio también hace aumentar los
niveles de energía, generando
endorfinas que proporcionan una
sensación de bienestar. Respirar aire
fresco mientras hace ejercicio le
supondrá un impulso energético extra.
Duerma las horas necesarias.
Proporcionarle a su cuerpo las horas
de descanso necesarias cada noche
(lo que probablemente será más fácil
de conseguir sin consumir tanta
cafeína) la ayudará a sentirse más
fresca por las mañanas, incluso antes
de prepararse el primer café del día.