Cribado integrado
¿Qué es? Igual que el cribado combinado
del primer trimestre, el análisis de
cribado integrado implica tanto una ecografía como un análisis de sangre,
pero en este caso la ecografía (para
medir la TN) y el primer análisis de
sangre (para medir la concentración de
PPA) tienen lugar durante el primer
trimestre, y se realiza un segundo
análisis de sangre durante el segundo
trimestre (para medir los mismos cuatro
marcadores sanguíneos que en el
cribado cuádruple; véase más adelante).
Luego se integran los resultados de los
tres tests. Al igual que otros cribados, el
integrado no busca directamente
problemas cromosómicos, ni intenta
diagnosticar una anomalía específica;
los resultados simplemente
proporcionan una probabilidad
estadística de que el bebé tenga un problema. Una vez que tenga esta
información, podrá decidir, junto con su
médico, si desea pasar por una prueba
diagnóstica.
¿Cuándo se lleva a cabo? La ecografía se
hace entre las semanas décima y
decimocuarta. El primer análisis
sanguíneo se realiza el mismo día que la
ecografía, mientras que el segundo tiene
lugar entre las semanas 16 y 18. A la
embarazada se le facilitarán los
resultados después del segundo test.
¿Qué eficacia tiene? Un test que recoge e
integra información de tanto el primer
como el segundo trimestre del embarazo es más efectivo que uno que utilice
información únicamente del primer o del
segundo trimestre. Con el cribado
integrado, se detectan aproximadamente
un 90% de los síndromes de Down y un
80 a un 85% de defectos del tubo neural.
¿Es seguro? Tanto la ecografía como los
análisis sanguíneos son indoloros y no
implican ningún riesgo para la madre ni
para el bebé.